Reconocimiento facial: ¿quién es el dueño de los datos de nuestras caras?

El reconocimiento facial se ha convertido en una herramienta cotidiana que usamos en nuestro día a día, tanto en nuestro smartphone para desbloquear la pantalla como en multitud de empresas para tener un control de acceso de las personas a sus instalaciones.

Las imágenes recogidas por las cámaras de videovigilancia y CCTV, tal y como comentábamos en la última entrada de nuestro blog, se consideran datos, por lo que están sujetas al RGPD, pero ¿Qué significa que tu cara se convierta en datos?

¿Quién es el dueño de tu cara?

El reconocimiento facial convierte las imágenes captadas por las cámaras en datos biométricos, que permitirán identificarte a través de la inteligencia artificial en muchas situaciones en el futuro. Esos datos se almacenan para que se pueda acceder a ellos y se trata de datos sensibles, con lo cual deben estar adecuadamente protegidos ¿Por qué quién es el dueño de esos datos? ¿Quién tiene acceso a nuestros datos biométricos?

La tecnología de reconocimiento facial ya se está utilizando en muchos campos sin haber considerado adecuadamente cuáles son sus ventajas e inconvenientes y en muchas ocasiones, sin ser expresamente autorizado por el usuario.

Según el RGPD en su artículo 9, tratamiento de categorías especiales de datos personales:

  1. Quedan prohibidos los tratamientos de datos personales que revelen el origen étnico o racial, las opiniones políticas, las convicciones religiosas o filosóficas, o la afiliación sindical y el tratamiento de datos genéticos, datos biométricos dirigidos a identificar de manera unívoca a una persona física, datos relativos a la salud o datos relativos a la vida sexual o las orientaciones sexuales de una persona física

Gobierno y todo tipo de empresas utilizan ya esta tecnología que en ocasiones escapa al control de los usuarios, especialmente en cuanto al almacenamiento de datos que se realiza en países que escapan al control del RGPD y en cuanto al consentimiento para el almacenamiento de esas imágenes.

El reconocimiento facial puede ser útil para las labores de videovigilancia o policiales, pero debemos velar por nuestro derecho a la intimidad como individuos, por lo que contar con una empresa autorizada como Grupo Prointex para la instalación de sistemas de reconocimiento facial es fundamental para garantizar la privacidad de los usuarios.